Ferrari 308 GTS, el coche de Magnum P.I.
Tal vez no sean muchos los que recuerden Magnum P.I. (Magnum Private Investigator), una serie amable y facilona de los años 80 que narraba las aventuras de un detective vividor y un poco sinvergüenza en Hawai, protagonizado por el actor Tom Selleck. Camisas floreadas, playas llenas de surfistas, chicas en bikini y un malo al que siempre acababan pillando.
Pero seguro que los aficionados al motor recuerdan más el vehículo con el que Magnum se movía por las carreteras hawaianas, siempre con el acelerador pisado a fondo: un fabuloso Ferrari 308 GTS de color rojo.
Ya hemos hablado en este blog de otros coches históricos de la tele como el Ford Torino de Starsky y Hutch o el Volvo P1800 de El Santo, y aunque este modelo no tuviera tanto impacto mediático como ellos, seguramente es el que contaba con más calidad en sus acabados y mejores prestaciones. Y es que el sello Ferrari en esa época significaba mucho, casi más que ahora.
El 308, diseñado por Pininfarina, salió al mercado en 1970 para sustituir al Ferarri Dino y se fabricó durante diez años. La versión que conducía Magnum es la del año 1977, contaba con un motor de tres litros con ocho válvulas en V. Era capaz de alcanzar los 252 km/h y pasaba de 0 a 100 en 7,3 segundos. Su diseño suponía cierta ruptura con los modelos anteriores por lo que los más acérrimos ferraristas lo acogieron con frialdad, aunque muchos de ellos acabaron rindiéndose a sus virtudes.
Un dato relevante que habla muy bien de este modelo es que fue el vehículo más producido de la historia de la marca del cavallino rampante: nada menos que 8.000 unidades fueron ensambladas en la factoría de Maranello hasta 1985. Una de ellas ya sabemos dónde acabó: en las carreteras de Hawai con el intrépido y caradura Magnum al volante.