Precauciones para la carretera
A veces la locura diaria de carencia de tiempo nos hace olvidar de lo peligrosos que pueden ser los coches si el conductor no maneja consiente y con su completa concentración. Pasa que por llegar tarde a algún sitio, como por ejemplo el trabajo, lo cual es lo más común, nos dejamos llevar por la capacidad de nuestro vehículo y le suministramos más peso al pedal derecho, sin pensar que ésto puede ser más un problema que una solución, ya que así suceden la mayoría de los accidentes.
El conducir resulta muy fácil y placentero, si la velocidad que llevamos nos da tiempo de reaccionar. Y la velocidad máxima que nos da el automóvil no es para que la utilicemos en un viaje, sino que sirve como velocidad de respuesta ante una maniobra inminente.
Otra cosa a tener en cuenta son las velocidades máximas, en especial en los momentos en que el clima no ayuda, que en general coinciden con los momentos en que estamos aún más apurados. Y nos olvidamos que nuestro vehículo no responde tal cual estamos acostumbrados en condiciones climáticas adversas.
La utilización de los espejos retrovisores es fundamental, ya que debemos al conducir tener noción de todo lo que pasa alrededor del coche. Asimismo la utilización de luces de giro, como las balizas e incluso la bocina son de uso fundamental, para advertir a los otros conductores las próximas maniobras que vamos a efectuar y así ellos tienen el tiempo de tomar las medidas necesarias y evitar posibles accidentes.
A tener en cuenta el trato con el peatón, el cual se encuentra totalmente desprotegido. No olvidemos que ante un choque nosotros tenemos una coraza de acero que nos protege, pero el peatón, así como el ciclista no tienen forma de protegerse ante la inminente colisión contra la potencia de un automóvil.
Así el manejo consciente nos va a ahorrar tiempo y malestares, y va a permitir incluso una sociedad mejor, ya que por los pequeños cambios se empieza a construir un mundo nuevo.